de seguridad en el avión. Se bajará del avión tal cual como era cuando se subió a él. La Iglesia local de un candidato a misionero debería ser capaz de ver el deseo de predicar el evangelio, el interés por personas de otras nacionalidades, la buena disposición para aprender nuevos idiomas y una carga incesante por las almas perdidas del mundo. Con todo, hay más aún en esto del llamado misionero. Los que son conscientes de las necesidades y de los mandatos dados por Cristo, se preocupan por las almas
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